Revelando las Momias de Tarim: Un Encuentro Fascinante de Tradiciones Orientales y Occidentales

La antigua Roma y China estaban en lados opuestos del mundo en lo que respecta a ambas civilizaciones. Aunque ambas culturas eran conscientes de la existencia de la otra gracias a la Ruta de la Seda, cada una consideraba a la otra como un rumor lejano. Para los chinos, los romanos eran simplemente bárbaros más allá del mundo civilizado con quienes mantenían relaciones comerciales. Para los romanos, los chinos eran simplemente bárbaros que vivían más allá del mundo civilizado y que tenían bienes comerciales valiosos como la seda. Sin embargo, los recientes descubrimientos de restos momificados en la provincia china de Xinjiang han llevado a especular que podría haber habido más contacto entre China y Occidente de lo que generalmente se supone.

Estas momias no fueron momificadas intencionalmente, sino que se conservaron debido al lugar desértico en el que fueron encontradas. Debido a las condiciones áridas de la cuenca del Tarim, los procesos químicos que conducen a la descomposición se ralentizan drásticamente, lo que hace que los cadáveres permanezcan en condiciones notablemente buenas incluso miles de años después de la muerte del individuo. Esto también se ve en el hiperárido desierto de Atacama en Chile.

Algunas de las primeras momias fueron encontradas cerca de una aldea uigur. Datan de entre 2000 y 4000 años antes del presente. La ropa se ha conservado bien y un hallazgo notable es que una de las momias femeninas lleva un sombrero cónico que puede haber sido un signo de estatus considerable. Sin embargo, lo más notable de estas momias es que físicamente parecen caucásicas. Tienen cuerpos alargados, ojos hundidos, narices largas y aún se conserva su cabello de color claro. Como resultado, estos individuos se destacan de gran parte de la población moderna de China.

El desierto es muy seco, lo que ayudó a preservar las momias.

También se han encontrado carros con ruedas en asociación con las momias. La mayoría de los estudiosos actuales creen que la rueda fue introducida en China desde más al oeste en lugar de desarrollarse allí de forma independiente. La ropa que usan las momias también está confeccionada con técnicas que pueden tener un origen común con los métodos involucrados en la elaboración de textiles europeos que se originaron durante el período Neolítico.

Estos hallazgos arqueológicos han llevado a algunos a especular que estas momias pueden ser de Europa. Algunos incluso llegan a intentar relacionarlos con una legión romana perdida, parte de la cual huyó del campo de batalla tras la derrota del general Craso.

Máscara europoide, Lop Nur, China, 2000-1000 a.C.

Buscando los orígenes de las momias

Aunque es posible que hayan venido de Europa, no es necesario viajar hasta Europa para encontrar personas que puedan estar relacionadas con ellos. La evidencia arqueológica y lingüística indica que, antes del surgimiento del Imperio chino Han, lo que hoy es la provincia de Xinjang fue colonizada originalmente por poblaciones de habla indoeuropea que emigraron allí desde Asia central, incluidos los tocarios. Los tocarios entraron por primera vez en la región alrededor del año 2000 a.C. Además de hablar una lengua indoeuropea, tenían una apariencia más mediterránea o del Medio Oriente y en las obras de arte también se los representa con barbas rojas y completas.

Donantes tocarios”, con cabello y ojos claros, fresco del siglo VII d. C., Qizil, Cuenca del Tarim, Xinjiang, China.

En el siglo I a. C., las comunidades tocarias se habían convertido en ciudades-estado que eran importantes estaciones de paso a lo largo de la Ruta de la Seda. Se mencionan en registros romanos de la antigüedad tardía. Los tocarios florecieron durante un par de siglos, pero finalmente fueron eclipsados por el Imperio chino en el este y los nómadas guerreros en el norte. A mediados del primer milenio d.C., poblaciones del noreste comenzaron a ingresar a la cuenca del Tarim. Se casaron con los tocarios y otros grupos caucásicos de la región. Una teoría popular es que esta mezcla produjo los uigures, un grupo étnico que ahora vive en la provincia de Xinjiang. Los uigures varían en apariencia física: algunos parecen más caucásicos y otros tienen una apariencia más del este de Asia.

Estudios genéticos recientes de las momias muestran que tienen una conexión genética significativa con regiones más al oeste. Es posible que sean de ascendencia romana, pero la variedad de regiones con las que tienen conexiones genéticas sugiere que en realidad podrían provenir de cualquier población indoeuropea. Por otro lado, tampoco está claro si hablaban tocario o formaban parte de un grupo diferente estrechamente relacionado. La evidencia genética muestra que, aunque podrían haber venido de Europa, también podrían haberse originado en algún lugar del sur o centro de Asia. También es más probable que procedieran de una región próxima, teniendo en cuenta que un viaje desde Europa a Xinjiang sería más difícil que un viaje desde Asia central a Xinjiang.

Imagen de cuerpo entero de una momia de Tarim.

Lo máximo que podemos decir sobre las momias es que eran indoeuropeas y tienen más en común con las poblaciones de Asia central que con las poblaciones que vivían en los valles fluviales de los ríos Amarillo y Yangtze que luego fundaron la civilización china. Es cada vez más común entre los estudiosos cuestionar la posición de que la civilización china era enteramente autónoma. La evidencia de que la rueda fue introducida desde el oeste y la presencia de estas momias sugieren que China pudo haber aprendido más del exterior de lo que a menudo se supone.